martes, 10 de abril de 2012

LA INDUSTRIA DE LA GAITA

Centro de Mecanizado Dugard 200HT/200M de la factoria McCallum Bagpipes


    La construcción y fabricación de la gaita en Galicia ha sido desde sus inicios una labor puramente artesanal.

    El gremio de los constructores de gaitas subsistía en sus inicios otorgando su legado a sus descendientes, una herencia valiosa que pasaba de generación en generación, de padres a hijos, de abuelos a nietos...

    Más tarde se crearon las escuelas de luthería como fue el caso del "Obradoiro-Escola de instrumentos musicais populares galegos" perteneciente a la Universidad Popular de Vigo (actual E-MAO).

    Es cierto que la demanda de gaitas ha experimentado un aumento considerable en las últimas décadas, a expensas de la situación de crisis actual que probablemente modifique sensiblemente esa tendencia.

    Los métodos de construcción han evolucionado con el tiempo, los tornos de pedal fueron reemplazados por tornos mecánicos, las maderas autóctonas fueron substituidas por maderas nobles importadas de otros países y los materiales sintéticos no tardaron en llegar.

    A pesar de todo, en Galicia, la fabricación de este instrumento "nunca llegó a industrializarse" o por lo menos, la imagen que los fabricantes de gaitas desean ofrecer, es en todos los casos, artesanal.

    Esa especie de tabú se rompe en España, cuando la empresa de fabricación de instrumentos ARPHA - Hevia, Parrado y Aragón, decide realizar una inversión importante e incorporar a su taller un centro de mecanizado, tornos copiadores, etc.

    Con estas adquisiciones plantean una apuesta por reducir el tiempo en los procesos de fabricación (gaitas asturianas, flautas irlandesas, etc) e industrializar la fabricación de unos instrumentos en auge.

    En Noviembre de 2007 firman un contrato de 6 meses con Editorial Prensa Ibérica S.A. para la venta de 550 gaitas de granadillo ampliable a 700, convirtiéndose en uno de los mayores encargos de la historia de este instrumento en la península.

    Esta tecnología requería de una formación previa por parte del fabricante a los nuevos usuarios, los trabajadores del taller de ARPHA - Hevia, Parrado y Aragón. De esta manera recibieron la formación necesaria en las dependencias de FAGOR ubicadas en el País Vasco.

Centro de Mecanizado Dugard 200HT/200M de la factoria McCallum Bagpipes


    Las ventajas que esta maquinaria ofrece, además de la reducción del tiempo en el proceso de construcción, es la precisión con la que se construyen los instrumentos, siendo capaces de modificar medidas muy pequeñas. Todas estas ventajas acompañadas de un buen control de calidad, cerraría un ciclo más que interesante en la evolución del instrumento.    

    Todo parece encajar en el proceso evolutivo del instrumento, pero llegados a este punto se plantean otros problemas de corto alcance.

    ¿Un fabricante que disponga de estos de medios y se plantease sacar el máximo rendimiento a esta maquinaria podría saturar el mercado?

    -Probablemente sí.
    La demanda de estos instrumentos, a pesar del auge de los últimos años, no es por el momento equiparable a la de países como Escocia, Irlanda, Inglaterra o Francia. La gaita escocesa, quizás por sus connotaciones militares, tuvo una gran difusión a nivel mundial. No es el caso de la gaita gallega, asturiana u otras gaitas de la península. 

    La industralización del sector implicaría probablemente una bajada en los precios de los  instrumentos, obligando al resto de los artesanos a competir con menos medios. Paralelamente podría perderse la personalización de cada instrumento estandarizándose los modelos de producción.

    -Todos estos argumentos están basados en hipótesis y testimonios de artesanos.

    El corto periodo de tiempo durante el cual ARPHA - Hevia, Parrado y Aragón ha desempeñado su actividad, nos impide realizar un estudio y valorar objetivamente el verdadero impacto que tuvo en la producción de este instrumento, además, las actividades de esta empresa no se centraban únicamente en la construcción de gaitas asturianas o gallegas, también fabricaban flautas, gaitas irlandesas, gaitas electrónicas...abarcando un amplio abanico de instrumentos. 


    En la actualidad desconocemos si hay artesanos en el sector que dispongan de centros de mecanizado.

2 comentarios:

Xan dijo...

O problema da mecanización non é novo... xa temos os efectos q provocou a revolución industrial e máis tarde a o taylorismo e a producción en cadena.
As consecuencias son as mesmas: mayor accesibilidade ao producto o que require moito nicho de mercado. Crear a necesidade d vender o producto mecanizado -que para q sexa rentábel ten que ser so un modelo producido a gran escala-(co cal se reduce a diversidade e a riqueza artistica convertindose o producto nun activo mercantil) e por último a aplicación de técnicas de Obsolescencia Programada para seguir vendendo o producto aos mesmos axentes de consumo que xa o adquiriron con anterioridade.
Plantexar esta cuestión é debatirse entre o Capitalismo e o decrecionismo... Pero coido que non é lugar para discutir disto...

EMT Llangréu dijo...

Estradivari no usaba CNC, en su época ni siquiera existía el sistema métrico decimal, producía instrumentos desde piezas maestras, plantillajes, comparativa, etc y lo hacia bien ¿verdad? ¿entonces que es realmente decisivo para fabricar buenos instrumentos? para mi es el conocimiento tácito del oficio, que no se puede escribir en libros ni lo puede reproducir una maquina, a mi ver solo se puede conseguir en una forma esotérica, de la mano de un maestro o de la suma de experiencia de años de dedicación, si alguien piensa que esto lo puede conseguir a través de una máquina le deseo suerte. Los tiempos en que la demanda superaba a la oferta ya pasaron, el futuro de la gaita lo van a escribir sus músicos no las máquinas que fabriquen sus instrumentos, en mi opinión siempre tendrán trabajo aquellos fabricantes que tengan la capacidad de entender y producir lo que necesitan los gaiteros, las herramientas que utilicen para hacerlo sera lo de menor importancia.
Chus Solis.