VIGOFOLK: junio 2009

Llega el verano.
Se supone que es una época de enorme actividad para el músico. En todos los lugares están deseosos de fiesta. Todo el mundo desea aprovechar la época estival para organizar fiestas, festivales, conciertos, cursos, masterclass...
Es el momento en el que el músico se enfrenta a las tremendas panzadas de kilómetros en la carretera o simplemente (que no es poco) se dedica tocar allá donde lo llamen.
Después de todo trabajo cualquiera desea su recompensa, sea económica o de cualquier tipo, pero siempre pactada anteriormente.
Hay momentos en los que esta fórmula no siempre se cumple.
Es en ese instante durante el cuál aparece la desesperación.
Disfrutemos de la comparación que sugiere este chiste (Toda broma tiene parte de verdad)